Cuando los caballos pasan por situaciones generadoras de estrés, o salud, tienen reacciones conductuales y fisiológicas, las cuales van a variar, dependiendo del tiempo e intensidad a las que son expuestos a dichas situaciones.
Los efectos fisiológicos
Fisiológicamente hablando, tenemos picos de hormonas relacionadas al estrés, como el cortisol por ejemplo, incremento de frecuencia cardiaca e incremento de frecuencia respiratoria. Con el tiempo podemos llegar a lesiones en mucosa gástrica, inmuno depresión y desequilibrio de los ciclos reproductivos y en la presencia de libido.
Los efectos conductuales
Conductualmente, podemos pasar de reacciones de sobresalto y excitabilidad, a agresividad, depresión (apatía y falta de reacción absoluta ante cualquier estímulo) y estereotipias.
Estas últimas son movimientos repetitivos sin objetivo aparente y que parecen con regular frecuencia.
En realidad, estos comportamientos, son la expresión clara y neta de malestar por parte del caballo.
Se pueden dividir en estereotipias orales (tragar aire o aerofagia, masticar madera, morderse la lengua, automutilarse, entre otras). Varios estudios han sugerido que tragar aire está asociado a problemas gástricos y el movimiento daría un “alivio” al caballo produciendo mayor salivación para reducir la ácidez en su estómago.
También están las locomotoras (balanceo de la cabeza, tic del oso, piafado constante, etc), en general asociadas a la estabulación y falta de movimiento.
Así mismo pueden aparecer conductas agresivas hacia los humanos o aversivas hacia otros caballos, aversivas hacia el manejo y equipos también.
Factores generadores:
- Un destete traumático
- Estrés generado por mal manejo, maltrato o dolor crónico.
- Problemas digestivos: forraje limitado o inexistente, asociado a cantidades muy importantes de concentrado que puede estar ocasionando problemas gástricos importantes: aparición de úlceras
- Disposición de instalaciones ecuestres inadaptados o que no permiten el contacto social entre caballos que son seres sociales y gregarios.
- Restricción de movimiento: caballos estabulados
- Poca estimulación sensorial.
- Efecto grupal (por efecto de imitación)
Medidas a tomar:
El caballo desarrolla estos comportamientos debido a un desequilibrio.
El uso de equipos y/o materiales para “controlar” las estereotipias, solo evitan el movimiento repetitivo, la expresión del malestar, y varios estudios han demostrado que pueden ser nefastos y tener mayores efectos negativos que positivos. Los collares anticribbing por ejemplo, hay que ajustarlos cada vez más, generándole mayor estrés, incomodidad, y puede ser potencialmente peligroso para su integridad. O la aparición de otras estereotipias en reacción.
Lo primero es tratar de identificar la fuente de estrés o malestar, anotados más arriba, como puede ser un problema de salud (gástrico, problemas de úlceras), un desequilibrio emocional (falta de contacto con sus congéneres) equilibrio físico (falta de movimiento).
Entre más pronto reacciones a la aparición de la estereotipia más fácil será de corregir. Efectivamente se sabe que si se deja mucho tiempo estas reacciones serán muy difíciles de corregir.
Lo segundo es cambiar la fuente de estrés una vez identificada:
- Control nutricional: mayor acceso a forraje que les permita la masticación y les baje los niveles de estrés. Si el caballo tiene problemas gástricos (muchas veces silenciosos pero muy dolorosos, los tratamientos antiácidos pueden ser muy efectivos y un cambio de dieta es fundamental siempre y cuando sea controlada por un profesional)
- Acceso al ejercicio libre al menos unas horas al día y expresión de comportamiento natural para reducir el estrés.
- Control de dolor: un dolor crónico va a generar muchísimo estrés en un caballo
- Adaptación de instalaciones ecuestre: acceso a contacto entre congéneres, cama adaptada que permita un buen descanso, adecuación térmica, estimulación sensorial.
- Mejorar las condiciones de destete, que se sabe es un periodo que tiene un impacto muy fuerte en el potrillo, y puede perdurar toda su vida.
Si es “demasiado tarde” y el caballo no cambia su comportamiento a pesar de un cambio efectivo, adaptado y duradero en el tiempo (se ha demostrado que un caballo estabulado que sufre de estrés, y que se deja en campo con sus congéneres por un periodo restringido, para luego volver a la estabulación, puede sufrir aún mayor estrés a su retorno) se deben tomar medidas de precaución para que el caballo no se haga más daño verificando su ambiente e instalaciones.
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