Como hemos mencionado en los anteriores artículos, los caballos son animales de presa. Viven en manada, son seres altamente sociables y su instinto los lleva a responder huyendo ante cualquier estímulo que consideren un peligro o ante cualquier situación desconocida. Por todos estos motivos, debemos asegurarnos de reducir a un mínimo los riesgos, para que nuestros caballos se sientan seguros con nosotros, en sus boxes o corrales, durante los traslado entre establos (sea terrestre o aéreo) y durante los entrenamientos. Cuando hablamos libre de riesgos y miedos nos referimos en prmera instancia a riesgos psicológicos que luego se pueden transformar en riesgos físicos.
Nuestros caballos reaccionarán ante cualquier ruido fuerte, ante cualquier objeto que no conocen, a nuevos los olores y por supuesto a cualquiera que los manipule. Las cosas simples que para nosotros resultan normales pueden ser muy atemorizantes para un caballo: un charco de agua en el camino, un corral para traslado aéreo, el sonido de la alarma de un auto, una persona que llega con los brazos en alto tratando de comunicarnos algo, son solo algunos ejemplos. A continuación indicaremos 4 puntos importantes que debemos tener en cuenta para reducir los riesgos en nuestra crianza de caballos.
Mi equipo y yo.
Es conocido por todos que debemos dejar en manos expertas a nuestros animales. Cuidar o trabajar con caballos no es una tarea que pueda realizarla cualquier persona, requiere de experiencia y conocimientos básicos en el manejo de estos maravillosos animales. Debemos asegurarnos que nuestro equipo de trabajo tenga experiencia y muchas ganas de seguir aprendiendo, ya que no todos los caballos son iguales y representan cada día una experiencia nueva y enriquecedora. Es muy importante que todos aquellos que trabajen con los caballos, incluyendo al propietario, generen en él confianza, de esta manera se siente protegido y seguro. No es necesario usar la fuerza u obligarlo a realizar algo que él no desea, más bien hay que convertirse en su líder y mostrarle que las nuevas situaciones o estímulos no son un peligro para él. Verán que con paciencia y determinación se lograrán los objetivos. Así mismo, cada nuevo objeto o estímulo que se debe introducir a la vida diaria del caballo, debe ser paulatino y con cuidado. Por ejemplo, si se usa un nuevo sombrero o casco, hay que mostrárselo, dejar que lo huela, que lo sienta, que vea a su líder usarlo cuando estás cerca de él e incluso cuando lo están montando. Así el caballo entenderá que no representa un riesgo y por ende estará tranquilo ante su presencia.
Los predadores
Este es un punto importante, ya que como se ha mencionado repetidamente, el caballo es un animal de presa y por ende se siente amenazado constantemente. Por ejemplo los perros son predadores, y si bien todos conocemos como son nuestros canes y sabemos que son inofensivos, el caballo que no los conoce o no está acostumbrado a ellos se sentirá amenazado de manera inmediata. Es importante introducirlos de manera paulatina y dejar que ambos animales se familiaricen, así tanto el perro como el caballo reaccionarán de manera positiva a la presencia del otro. También podríamos mencionar a los roedores, ya que toda crianza de caballo cuenta con un cuarto donde se almacena el alimento balanceado, es importante asegurarnos de mantener este ambiente limpio y sin roedores. Recordemos que las ratas sobretodo, son animales que no dudan en atacar al sentirse amenazadas, eso puede generar que tus caballos sufran heridas y en peores casos que les transfieran enfermedades.
Las situaciones de riesgo
Reduce los riesgos en tus instalaciones revisando las puertas, techos, paredes de tus boxes y corrales de manera seguida. Un clavo o una estructura punzante representan un alto riesgo para salud de tu caballo. Incluso una simple bolsa en el box puede estar generando en tu caballo miedo y estrés, y todo esto se manifestará a la hora del entrenamiento porque tendrás un caballo tenso, nervioso y acelerado. Aunque parezca insignificante, este sólo detalle puede generar un gran cambio en todo el ambiente diario de tus animales. Otro momento importante que representa riesgo para tus caballos desde el momento inicial es el transporte. Por ejemplo en el transporte terrestre, desde que forzamos a los caballos a ingresar al camión estamos sacándolos de una zona segura y poniéndolos en riesgo. Asegúrate de que tu camión cuente con rampas antideslizantes, que no haya clavos en los techos o paredes internas ya que pueden herir a tus animales, que tengan espacio suficiente dentro del camión y que no se encuentren muy aglomerados. Recordemos que la densidad de animales también influye en ellos y los hace sentirse en peligro. Por otro lado en el traslado aéreo nos encontramos con animales que han salido de su ambiente habitual, se encuentran en un almacén ruidoso, caminan sobre un piso de cemento resbaladizo y sienten esa diferencia a través de sus casco, a su alrededor hay camiones muy grandes con alarmas y bocinas sonando, personas gritando y silbándoles, entre otros. Y por si esto no fuera poco, una persona extraña intenta meterlo en una pequeña caja oscura y él se niega porque esta estructura desconocida podría ser un “monstruo” que trata de comérselo. Es aquí donde el equipo con el que trabajes necesita generar confianza en tu caballo, no obligarlo, ten en cuenta lo siguiente: “el miedo nunca se podrá quitar por la fuerza”.
Tu población total de caballos
Recuerda que los caballos son animales sociables, que necesitan de sus congéneres para desarrollar un estado mental adecuado. Se recomienda no confinarlos a un box pequeño, oscuro y aislado, ellos necesitan olerse, verse e incluso, si es posible, tocarse (siempre que esto no ponga en riesgo su integridad). Además, es importante recordar que cada caballo necesita un promedio de 14 m2 como espacio vital para desarrollarse, por este motivo los boxes pequeños limitan su desarrollo psicológico adecuado y un corral con demasiados animales aglomerados tienen el mismo efecto, los caballos sienten su vida en riesgo.